sábado, 3 de marzo de 2007

Cáncer de la próstata: Clasificación TNM

American Joint Comité on Cancer

La Clasificación sólo se aplica a los adenocarcinomas.
Debe existir confirmación histológica de la enfermedad.
Los procedimientos para valorar la Clasificación T, N y M son:
Categoría T: Exploración física, técnicas de imagen, endoscopia, biopsia y pruebas bioquímicas.
Categoría N: Exploración física y técnicas de imagen.
Categoría M: Exploración física, técnicas de imagen, estudios esqueléticos y pruebas bioquímicas.
Los linfonodos regionales son los ganglios de la pelvis menor que, fundamentalmente, son los ganglios iliopélvicos localizados por debajo de la bifurcación de las arterias iliacas primitivas.
La lateralidad no afecta a las categorías N.

Tumor primario (T)

TX: Tumor primario no puede ser evaluado
T0: No hay prueba de tumor primario
T1: Tumor clínicamente no aparente, no palpable ni visible mediante imágenes

T1a: Descubrimiento histológico incidental del tumor en ≤5% del tejido resecado
T1b: Descubrimiento histológico incidental del tumor en >5% del tejido resecado
T1c: Tumor identificado por biopsia de aguja (por ejemplo, a causa de PSA elevada)
T2: Tumor confinado dentro de la próstata*
T2a: El tumor afecta 50% de un lóbulo o menos
T2b: El tumor afecta >50% de un lóbulo pero no ambos lóbulos
T2c: El tumor afecta ambos lóbulos
T3: El tumor se extiende a través de la cápsula prostática**

T3a: Extensión extracapsular (unilateral o bilateral)
T3b: El tumor invade la(s) vesícula(s) seminal(es)
T4: El tumor está fijo o invade estructuras adyacentes distintas a las vesículas seminales: el cuello de la vejiga, el esfínter externo, el recto, los músculos elevadores o la pared de la pelvis
* Nota: El tumor que se encuentra en uno o ambos lóbulos mediante biopsia con aguja, pero que no es palpable o confiablemente visible por imágenes de resonancia magnética es clasificado como T1c.
** Nota: Invasión al ápice prostático o a (pero no más allá) la cápsula prostática no está clasificada como T3, pero si como T2.


Ganglios linfáticos regionales (N)

NX: Ganglios linfáticos regionales no fueron evaluados
N0: No existe metástasis ganglionar linfática regional
N1: Metástasis en ganglio(s) linfático(s) regional(es)


Metástasis a distancia (M)*

MX: Metástasis a distancia que no puede ser evaluada (no evaluada por modalidad alguna)
M0: No hay metástasis a distancia
M1: Metástasis a distancia

M1a: Ganglio(s) linfático(s) no regional(es)
M1b: Hueso(s)
M1c: Otro(s) sitio(s) con enfermedad ósea o sin esta
* Nota: Cuando más de un lugar de metástasis está presente se usa la categoría más adelantada (pM1c).

Grado histopatológico (G)

GX: El grado no puede evaluarse
G1: Bien diferenciado (anaplasia leve) (Gleason 2-4)
G2: Diferenciado moderadamente (anaplasia moderada) (Gleason 5-6)
G3-4: Diferenciado precariamente o no diferenciado (anaplasia marcada) (Gleason 7-10)


Agrupación por estadios del AJCC

Estadio I
T1a, N0, M0, G1

Estadio II
T1a, N0, M0, G2-4
T1b, N0, M0, cualquier G
T1c, N0, M0, cualquier G
T1, N0, M0, cualquier G
T2, N0, M0, cualquier G

Estadio III
T3, N0, M0, cualquier G

Estadio IV
T4, N0, M0, cualquier G
Cualquier T, N1, M0, cualquier G
Cualquier T, cualquier N, M1, cualquier G

Cáncer de la próstata


Conceptos generales


El carcinoma de la próstata se presenta en hombres mayores de 50 años.
En autopsias se ha encontrado en más del 70% de hombres mayores de 80 años.
Su crecimiento es lento, es así que un carcinoma localizad se demora alrededor de 5 años en dar metástasis y al menos 10 años en generar la muerte del afectado.
Actualmente es habitual diagnosticarlo en forma precoz, mediante al alza del PSA (antígeno prostático específico) y menos frecuentemente como hallazgo en una biopsia por hiperplasia (HPN).
La mortalidad está determinada por la edad al diagnóstico y grado de diferenciación.
Es la tercera causa de muerte por cáncer en hombres en Chile.
Dentro de los factores de riesgo se encuentran la edad y los antecedentes familiares.
El 95% de los casos corresponden a adenocarcinoma, el que se gradúa mediante la clasificación de Gleason, la que mide los dos (2) grados histológicos predominantes en la muestra, asignándole un puntaje de 1 a 5, siendo el Store la sume de estos (por lo que va de 2 a 10). A mayor grado mayor es la mortalidad.
La extensión del tumor determina el pronóstico y el tratamiento a seguir. Se pueden presentar cuatro (4) etapas, las dos primeras I y II son aquellas que presentan tumores localizados, en la etapa III el cáncer se extiende más allá de la cápsula prostática y en la última etapa (IV) se observa metástasis ganglionares o a distancia.
La sobrevida libre de recurrencias a 5, 10 y 15 años en pacientes con carcinoma localizado, sometidos a prostatectomía radical, es de 85%, 75% y 65% respectivamente.
La cirugía es el tratamiento de elección en casos de tumor localizado, aunque es necesario tener en cuenta que entre un 5% a un 10% presentarán incontinencia y un 0 a 100% impotencia, este último valor está determinado por la edad y la técnica quirúrgica.

Tratamiento del aumento de volumen prostático




En los años 80, Merck Pharmaceuticals desarrolló un producto denominado Proscar (finasteride), este podía reducir el tamaño de la próstata. Muchos penaron que se habían solucionado todos los problemas derivados del aumento de dicha glándula.

El finasteride reduce el tamaño de la próstata cerca de un 20 por ciento, aumenta el índice de flujo urinario máximo en 3 mililitros por segundo y disminuye en un 40 por ciento el recuento de PSA al cabo de seis meses. Estos valores aproximados pueden no parecer sorprendentes, pero para los usuarios puede significar la diferencia entre el malestar y el alivio.

Dentro de los efectos adversos del fármaco se pueden citar: impotencia (5%), este efecto es reversible al descontinuar el medicamento, menor volumen de líquido eyaculado y menos frecuentemente hinchazón de las mamas. Por otro lado, cierto número de individuos calvos les creció el cabello y posiblemente otros han evitado el desarrollo de un cáncer de próstata.

La pastilla tiene un efecto dispar, que depende de cada paciente, es así que disminuye el tamaño de las próstatas muy grandes (más de 40 gramos), pero no hace demasiado por aquellos pacientes cuyas próstatas han aumentado sólo ligeramente. Sin embargo, las glándulas más pequeñas tienden a reaccionar mejor frente a otra familia de fármacos denominada alfa-bloqueantes.

Sonda Foley




Una de las herramientas más valiosas a disposición de los urólogos es la sonda foley, denominada así en honor del inventor, un médico norteamericano, Federico Foley. Este maravilloso invento salio al mercado en 1934. Consiste, fundamentalmente, en tubo de goma, hueco y flexible de dos canales que permite que la orina, la sangre, el fluido de irrigación se drenen permanentemente de la vejiga.
Un canal en la pared de la sonda se conecta a un pequeño balón, que cuando se hincha en el interior de la vejiga con 10 mililimetros de agua, impide que la sonda se desprenda.
En el otro extremo del catéter se encuentra una bolsa para la orina, esta se sujeta a la pierna y debe vaciarse cada tres o cuatro horas. Se utiliza para drenar temporalmente la vejiga en aquellos casos que no es posible orinar con normalidad. También pueden utilizarse de forma permanente en aquellos pacientes que han perdido el control de las funciones normales de la vejiga. Muchos individuos llevan una sonda Foley cuando están sometidos a tratamiento por aumento de próstata o por prostatitis, también en ocasiones antes de llevar a cabo una intervención quirúrgica de próstata, y siempre después de la misma (temporalmente).

Cáncer de la próstata: PSA

Uno de los grandes avances en el cáncer de la próstata fue el análisis de sangre conocido como antígeno específico de la próstata, la proteína que es segregada por cada una de las células glandulares prostáticas cuya función es la transformar el eyaculado gelatinoso en líquido. Este sencillo análisis de sangre tarda sólo unos breves segundos en realizarse y que no precisa previamente de una dieta o preparación especial. Su utilidad radica en el hecho de que la mayoría de células prostáticas cancerosas producen diez veces más PSA que las normales.

Los valores de referencia para el PSA sérico varían según los distintos laboratorios, aunque normalmente éstos se sitúan en 4 ng/mL. El punto de corte de los niveles normales también aumenta según la edad del paciente. De esta forma, unos niveles de PSA séricos de 4 ng/mL pueden considerarse elevados en una persona de 50 años y ser normal en una de 80 años. Los niveles de PSA oscilan de forma aleatoria del orden de un 15% en un mismo individuo.
Un PSA menor de 10 representa un riesgo de diseminación ganglionar menor al 1%, un PSA menor a 20% implica un riesgo de metástasis ósea menor al 1%, y si el PSA es mayor al 50% el riesgo de metástasis es mayor al 50%.

Otros eventos que producen un aumento del PSA son: la hiperplasia benigna de la próstata o infección la próstata, así pues, por lo que un PSA elevado no indica necesariamente la presencia de cáncer.