sábado, 3 de marzo de 2007

Cáncer de la próstata: PSA

Uno de los grandes avances en el cáncer de la próstata fue el análisis de sangre conocido como antígeno específico de la próstata, la proteína que es segregada por cada una de las células glandulares prostáticas cuya función es la transformar el eyaculado gelatinoso en líquido. Este sencillo análisis de sangre tarda sólo unos breves segundos en realizarse y que no precisa previamente de una dieta o preparación especial. Su utilidad radica en el hecho de que la mayoría de células prostáticas cancerosas producen diez veces más PSA que las normales.

Los valores de referencia para el PSA sérico varían según los distintos laboratorios, aunque normalmente éstos se sitúan en 4 ng/mL. El punto de corte de los niveles normales también aumenta según la edad del paciente. De esta forma, unos niveles de PSA séricos de 4 ng/mL pueden considerarse elevados en una persona de 50 años y ser normal en una de 80 años. Los niveles de PSA oscilan de forma aleatoria del orden de un 15% en un mismo individuo.
Un PSA menor de 10 representa un riesgo de diseminación ganglionar menor al 1%, un PSA menor a 20% implica un riesgo de metástasis ósea menor al 1%, y si el PSA es mayor al 50% el riesgo de metástasis es mayor al 50%.

Otros eventos que producen un aumento del PSA son: la hiperplasia benigna de la próstata o infección la próstata, así pues, por lo que un PSA elevado no indica necesariamente la presencia de cáncer.

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